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Transición a la jubilación

TRANSICIÓN A LA JUBILACIÓN

La transición a la jubilación requiere planificación y preparación. Pero si eres prudente, puedes prepararte para el éxito.

Si tiene una pensión o un fondo de jubilación al que ha estado contribuyendo durante su carrera profesional, es posible que necesite su primer pago de jubilación el mes después de recibir su último sueldo. Esto significa que tendrá que hacer los trámites con antelación.

Por otro lado, es posible que no necesite el dinero de inmediato. Su objetivo, entonces, es averiguar la mejor manera de aprovechar el crecimiento con impuestos diferidos en una cuenta de jubilación.

Los factores críticos

A la hora de tomar decisiones clave para su jubilación, debe tener en cuenta su edad y estado de salud, si necesita mantener a su familia y cómo, y qué otras fuentes de ingresos tendrá.

O, si lo que le preocupa es la salud financiera de su empresa, puede decidir retirar su dinero del plan e invertirlo en otro sitio.

Planes de pensiones

Cuando se jubila de una organización que le proporciona una pensión tradicional, suele tener dos opciones de ingresos: una pensión vitalicia o un pago único.

Con una renta vitalicia, recibe ingresos cada mes durante el resto de su vida o durante su vida y la vida de otra persona (normalmente, pero no necesariamente, su cónyuge). En el momento de jubilarse, la empresa calcula la cantidad que recibirá en función de una serie de factores, como su edad, su salario final y el número de años que ha trabajado para la organización. Los impuestos sobre la renta se retienen de cada cheque.

Si elige un pago único, su empresa calcula la cantidad que recibirá y transfiere el dinero a una cuenta que usted designe. Si se trata de una cuenta en efectivo, se le retendrá el impuesto sobre la renta tanto si tiene previsto transferir el dinero a una cuenta IRA como si no. Si transfiere el importe directamente a una cuenta IRA con diferimiento fiscal, no se le retendrán impuestos sobre la renta hasta que retire dinero de esa cuenta.

Planes de aportaciones definidas

Si forma parte de un plan de aportaciones definidas, como un plan 401(k), 403(b), 457 o un plan de ahorro de ahorro (TSP), tiene varias opciones para gestionar los activos de su plan. Entre ellas figuran siempre las siguientes:

  1. Dejar su dinero en el plan, donde podrá convertirlo en una renta vitalicia de jubilación o realizar retiros sistemáticos.
  2. Traspaso a una cuenta IRA.
  3. Tomar una cantidad a tanto alzado.

A diferencia de una pensión de prestación definida, que paga sus ingresos de jubilación con cargo al fondo de pensiones de su empresa, los ingresos de jubilación de un plan de aportación definida proceden de activos mantenidos a su nombre. Lo que reciba dependerá de cuánto se haya invertido, durante cuánto tiempo y cómo hayan evolucionado las inversiones. Por lo general, los activos que se han acumulado se venden en el momento de elegir una opción de ingresos y el valor se convierte en el capital que se utiliza para comprar un contrato de renta vitalicia, se transfiere a una cuenta IRA o se abona como pago único.

Una cuestión de tiempo

Antes de que pueda empezar a percibir ingresos o reinvertir sus activos, su cuenta debe valorarse para determinar su valor. Todos los planes valoran las cuentas de forma periódica, pero ningún plan realiza una valoración por separado para los titulares de cuentas que desean trasladar su dinero o iniciar distribuciones. Además, un plan 401(k) o similar tiene derecho a retener su dinero hasta 60 días después de la valoración. No todos los planes lo hacen, pero podría ser el caso.

En busca de consejo

Es probable que se sienta más seguro a la hora de tomar decisiones en materia de pensiones si trabaja con un profesional con experiencia que pueda responder a sus preguntas y ayudarle a analizar las distintas vías para alcanzar sus objetivos. Dado que muchas de estas opciones son irrevocables, deberá sopesar cuidadosamente las alternativas.

Es posible que su empresa cuente con especialistas en plantilla que conozcan los entresijos de su plan y sepan cómo han gestionado otros empleados las decisiones a las que usted se enfrenta. Puede pedir a sus otros asesores profesionales que le recomienden a alguien. Pero no sienta que tiene que apresurarse a trabajar con alguien. Compruebe sus credenciales profesionales y asegúrese de que el asesoramiento que le ofrecen es imparcial y está bien informado.

Este artículo se ha vuelto a publicar con permiso. Ver el artículo original: Transición a la jubilación.