BUSCAR ORGANIZACIONES BENÉFICAS
Mucha gente asocia dar con caridad y donar dinero para ayudar a los necesitados. También puedes hacer donaciones a organizaciones que apoyan causas en las que crees. Pero también hay otros tipos de donaciones. Por ejemplo, puedes donar cosas que se te han quedado pequeñas o que has sustituido. También puedes ofrecer voluntariamente tu tiempo y tus habilidades y talentos especiales.
Donaciones a COVID Relief
Hay muchas formas de influir durante la pandemia de coronavirus. Donar a organizaciones sin ánimo de lucro y a organizaciones de respuesta es una opción si dispone de los medios para hacerlo. Pero también puede ofrecerse como voluntario para organizaciones que prestan servicios en su comunidad (como reparto de comidas, despensas de alimentos, etc.); asegúrese de que la organización hace todo lo posible para mantener la seguridad de los voluntarios. Además, con las nuevas directrices de los CDC, es posible que muchas personas de tu comunidad necesiten mascarillas. Si sabe coser mascarillas, ¡ahora es el momento de hacerlo!
El objetivo de la filantropía, o de las donaciones benéficas, no es necesariamente cuánto se dona. Incluso las pequeñas donaciones pueden suponer una gran diferencia. La filantropía consiste en reconocer que los demás necesitan tu ayuda y donar lo que puedas para mejorar las cosas. Muchas personas creen que dar es mejor y más gratificante que recibir.
Por qué dona la gente
Hay muchas razones por las que la gente da. Puede ser simplemente el deseo de ayudar a los demás o de compartir con ellos su buena fortuna. O puede ser un deseo de "devolver" a una comunidad, escuela u organización que contribuyó a su éxito.
Otras personas creen firmemente en una causa, como proteger la vida salvaje, preservar el medio ambiente o restaurar una comunidad, y donan tiempo y dinero para que la causa tenga éxito. O pueden tener una razón muy personal para donar a una organización que comparte su preocupación, como poner fin a la conducción insegura o utilizar energías renovables.
Cómo dona la gente
Los famosos celebran conciertos y actos benéficos para recaudar dinero para las víctimas de catástrofes como terremotos, tifones e inundaciones. La gente asiste a cenas y galas especiales para recaudar dinero para fundaciones que investigan la cura de enfermedades como el cáncer y la diabetes. Y algunas personas donan una cantidad fija de sus ingresos, a veces hasta 10% o más, a la religión de su elección.
Algunas personas adineradas donan dinero para construir cosas que benefician a comunidades concretas o a la sociedad en su conjunto. Por ejemplo, pueden donar dinero para construir una nueva ala de hospital, un centro comunitario o una biblioteca. O pueden conceder becas a estudiantes universitarios.
Aunque no disponga de tanto dinero como estos grandes benefactores -las personas que apoyan grandes causas e instituciones-, puede dar más de lo que cree.
Presupuestos benéficos
Del mismo modo que presupuestas las cosas que necesitas y quieres, puedes reservar una parte de tus ingresos para donarla a obras benéficas. Puedes decidir la cantidad, en función de tus otros gastos y de lo mucho que te apetezca donar. Si destinas una parte de tus ingresos a obras benéficas al elaborar tu presupuesto, es más probable que dispongas del dinero necesario para hacer tu donación.
Puede que tenga varias organizaciones benéficas a las que le gustaría hacer donaciones. Aquí es donde el presupuesto también puede ayudar. Piense en la beneficencia como un objetivo a corto plazo pero continuo. Si planificas cuánto quieres donar a cada organización benéfica, sabrás cuánto tendrás que ahorrar como parte de tu presupuesto semanal o mensual.
Control de las organizaciones benéficas
Hay muchas organizaciones benéficas que merecen la pena y a las que usted podría dedicar tiempo o dinero. Pero también hay personas que dicen representar a organizaciones benéficas, pero en realidad no lo hacen. Recaudan dinero sólo para enriquecerse, no para beneficiar a los demás.
Si alguien te pide que dones dinero -en persona, por teléfono o por Internet-, mira bien antes de hacerlo. Puedes visitar el sitio web de la organización o ver qué puedes averiguar escribiendo el nombre de la organización benéfica en un motor de búsqueda. También puedes consultar www.greatnonprofits.org para ver una lista de organizaciones benéficas reconocidas en las que puede confiar para que utilicen su donación con el fin adecuado.
Si alguien te pide que dones dinero -en persona, por teléfono o por Internet-, fíjate bien antes de hacerlo.
Regalar o tirar
El dinero no es lo único que puedes donar. Algunas organizaciones benéficas se especializan en recoger objetos que piensas tirar pero aún están en condiciones de uso.
Por ejemplo, hay organizaciones benéficas que recogen abrigos y otras prendas para los necesitados. Puedes donar una chaqueta que se te ha quedado pequeña o unos zapatos que apenas usabas. Otras organizaciones recogen aparatos electrónicos usados, como teléfonos y ordenadores, que reparan y distribuyen a personas que no pueden permitírselos o donan a programas de formación.
Hay tiendas de segunda mano en los barrios que aceptan artículos muy diversos, como libros, CD y juguetes. Estas tiendas suelen donar un porcentaje del dinero que ganan a organizaciones benéficas, como bancos de alimentos, refugios u otros grupos comunitarios.
Voluntariado
Además de dar dinero, puedes contribuir a la caridad ofreciéndote como voluntario o dando tu tiempo. Muchas organizaciones benéficas tienen poco personal y dependen de voluntarios para prestar sus servicios y cumplir su misión.
Puedes colaborar como voluntario en una campaña de recogida de alimentos o ropa para ayudar a las víctimas de un incendio o una inundación. O puedes ofrecerte voluntario para hacer una tarta para una venta local de pasteles o lavar coches para recaudar fondos para un evento escolar. Durante los fines de semana y las vacaciones, también puedes trabajar como voluntario en un comedor social o en instituciones que ofrecen comidas a quienes, de otro modo, pasarían hambre.
También puede ofrecerse voluntario para leer a niños o ancianos en centros comunitarios o bibliotecas, o para contribuir con su tiempo a programas patrocinados por otras organizaciones vecinales.
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