HACER FRENTE A LA ENFERMEDAD
Mantenga el pulso de su salud financiera.
Una enfermedad grave puede sobrevenir de forma repentina e inesperada. Y sus efectos pueden ser devastadores para su salud emocional, sus recursos económicos y sus planes a largo plazo. Pero si estás preparado, es posible capear una enfermedad.
Cómo golpea la enfermedad
Recuerde que cuando usted o un ser querido enferman o sufren lesiones graves, los efectos son tanto emocionales como económicos. De hecho, ambos suelen ir unidos. ¿Puede permitirse pasar horas al día atendiendo a un enfermo en su casa? ¿Está dispuesto a hacerlo? ¿Necesitará ayuda? ¿Dónde puede encontrar ayuda y a qué precio?
Aunque no hay forma de predecir con exactitud los efectos de una enfermedad, puede crear un plan que le ofrezca flexibilidad.
Qué hacer
El coste de la asistencia sanitaria sigue aumentando, por lo que hay que asegurarse de poder pagar las facturas. Al mismo tiempo, es posible que quien esté enfermo no gane tanto como en el pasado, y que quien le atienda también pierda ingresos. Es inteligente prever cuáles podrían ser los recortes de ingresos, junto con los gastos probables a los que tendrá que hacer frente.
Aunque es imposible predecir cuál puede ser tu situación financiera, te ayudará plantearte estas preguntas:
- Si alguien enfermara o se lesionara, ¿de dónde sacarías dinero para pagar las facturas sanitarias?
- ¿Qué parte cubriría su póliza de seguro?
- ¿Tendrías que retirar parte de tus inversiones o pedir ayuda a tu familia?
- ¿Podrías ausentarte del trabajo para cuidar a un ser querido que ha enfermado?
Seguros
Otra parte clave de la planificación para una emergencia médica es examinar la cobertura de su seguro. Con unos costes sanitarios en constante aumento, es importante que se proteja a sí mismo y a su familia de las catástrofes que ocurren con demasiada frecuencia, no sólo de las enfermedades o lesiones, sino de los contratiempos económicos que pueden derivarse del coste de su tratamiento.
Por estas razones, puede que le interese contratar un seguro de dependencia, que suele cubrir algunos de los gastos derivados de una enfermedad grave, como la asistencia a domicilio o el ingreso en un centro de mayores. Puede contratar este tipo de seguro a través de un plan colectivo en el trabajo, pero también existe cobertura privada. La mayoría de los expertos aconsejan contratar un seguro de dependencia a partir de los 50 años, ya que los costes son mucho más elevados a partir de esa edad.
Testamentos vitales y poderes
Tenga en cuenta que una enfermedad o lesión repentina puede incapacitar gravemente a la persona afectada, hasta el punto de impedirle participar en la toma de decisiones sobre sus cuidados, tratamiento o rehabilitación. Y la naturaleza de tales emergencias suele requerir una actuación rápida y decisiva.
Por eso pueden ser esenciales un testamento vital y un poder sanitario. Cada uno de ellos es un documento que explica qué tratamiento médico desea si cae enfermo y no puede comunicar sus deseos directamente. El testamento vital detalla los procedimientos que desea o no desea en estas situaciones. El poder sanitario le permite nombrar a una persona que usted desea que se encargue de cualquier otra decisión sobre su atención o tratamiento. Los requisitos y formularios para estos documentos varían de un estado a otro, así que asegúrese de que los suyos son válidos y están actualizados.
Por lo general, su abogado y los profesionales sanitarios pueden aconsejarle sobre lo que debe hacer a este respecto. Y una vez que tenga preparados los documentos adecuados, debe dárselos a alguien que pueda necesitar un acceso rápido a ellos: su pareja, sus hijos adultos, su abogado o su médico.
Medicaid
Si usted o un ser querido está enfermo, es posible que pueda obtener alguna ayuda del gobierno. Medicaid, gestionado por el Estado y administrado por los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS), un organismo del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., ofrece un seguro a personas con bajos ingresos que tienen que hacer frente a grandes gastos sanitarios, sobre todo en residencias de ancianos. Si cumple los requisitos, Medicaid puede pagar los gastos de una residencia de ancianos o de un centro de día para adultos.
Existen limitaciones estrictas sobre quién puede optar a Medicaid, y las normas de elegibilidad varían de un estado a otro. En general, los beneficiarios de Medicaid son aquellas personas que pueden permitirse una pequeña parte de los costes de la atención profesional. Medicaid paga entonces el resto de las facturas.
También debe saber que algunas residencias de ancianos no aceptan fácilmente a pacientes de Medicaid. Además, Medicaid solo paga las residencias de ancianos que cumplen determinadas normas.
Para más información sobre Medicaid, puede consultar el sitio web de los CMS, medicaid.gov.
Este artículo se ha vuelto a publicar con permiso. Ver el artículo original: Afrontar la enfermedad.