Abrir cuenta corriente
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COMPRUÉBELO

Para pagar el alquiler, cubrir las facturas, comprar la comida y reembolsar los préstamos estudiantiles, es casi seguro que necesitará una cuenta corriente. Esta cuenta te permitirá autorizar la transferencia de fondos, tanto si lo haces por escrito como si lo gestionas todo electrónicamente.

Conceptos básicos

Es probable que una cuenta corriente normal en una entidad convencional o por Internet le cueste dinero, a menos que encuentre la forma de evitarlo. La mayoría de los bancos cobran una comisión mensual, una comisión por cada cheque o retirada en cajero automático o, a veces, una combinación de comisiones mensuales y por uso. Las comisiones pueden oscilar entre 35 céntimos por cheque y $2 o $3 por retirada en cajero automático, y las tarifas planas oscilan, de media, entre $7,50 y $15 al mes.

Algunas entidades financieras pueden ofrecer cuentas corrientes y cajeros automáticos gratuitos durante un breve periodo de tiempo para atraer su negocio. Y la mayoría renunciará a sus comisiones si mantiene un saldo mínimo en su cuenta corriente o en una combinación de cuentas en esa entidad financiera. También puede beneficiarse de una cuenta corriente gratuita si su nómina se ingresa directamente en su cuenta.

Pregunte por todas las combinaciones posibles para reunir los requisitos. Por lo general, el dinero de una cuenta de inversión o que devenga intereses puede computarse como mínimo. El saldo de su hipoteca u otro préstamo también puede aplicarse al mínimo, dependiendo de su entidad.

Una escala de florituras

Algunas entidades financieras ofrecen una versión reducida de su cuenta corriente habitual, denominada cuenta corriente básica o sin lujos. Si sólo emite unos pocos cheques al mes, o ningún cheque en papel, y no retira dinero muy a menudo, es algo a tener en cuenta. Pero para mucha gente es demasiado restrictiva, y las comisiones pueden ser elevadas si se superan los límites.

En el otro extremo de la escala, algunos bancos ofrecen cuentas combinadas, denominadas cuentas de relación, que proporcionan todo menos el proverbial fregadero de la cocina: tarjetas de crédito sin comisiones, descuentos en préstamos y similares. Si el saldo mínimo exigido para este tipo de cuenta le permite obtener una cuenta corriente gratuita, probablemente no tenga nada que perder, siempre que necesite un número suficiente de las prestaciones que ofrece la cuenta.

 

Verificación de palabras

Las cuentas corrientes son en realidad cuentas de transacciones. Eso significa que usted puede autorizar al banco a transferir dinero de su cuenta a otra persona u organización, ya sea extendiendo un cheque que incluya las palabras "Pagar a la orden de" o mediante transferencia electrónica. En cambio, una cuenta de ahorro es una cuenta sin transacciones y lo único que puedes hacer son reintegros o transferencias -electrónicas o tradicionales- a otra cuenta a tu nombre.

Doble función

Una forma de gestionar el requisito de saldo mínimo es depositar el dinero que ha reservado para su fondo de emergencia en un CD bancario o en una cuenta del mercado monetario.

El dinero está seguro, lo que cumple uno de los criterios básicos de un fondo de emergencia. Y si alguna vez tienes problemas financieros lo bastante graves como para retirar el dinero, la posible pérdida de intereses o las comisiones por debajo del mínimo serán probablemente la menor de tus preocupaciones.

Pesar

Si tiene que mantener un saldo mínimo para obtener una cuenta corriente gratuita, quizá quiera hacerse algunas preguntas:

  • ¿Cuántos cheques o débitos tendrá y con qué frecuencia utilizará el cajero automático?
  • ¿Le iría mejor invirtiendo el mínimo en otro sitio y pagando las comisiones de una cuenta básica sin lujos?
  • ¿Debería investigar otros bancos, cooperativas de crédito, bancos virtuales u organizaciones no bancarias donde pudiera obtener el mismo servicio y comodidad a un coste menor?

Un nuevo interés por los cheques

Al igual que las cuentas corrientes normales, las cuentas corrientes remuneradas le permiten librar tantos cheques como desee cada mes y utilizar los cajeros automáticos del banco. La ventaja añadida de estas cuentas es que devengan intereses sobre el saldo al tipo fijado por el banco, que suele ser aproximadamente el mismo que el de una cuenta de ahorro.

Entonces, ¿por qué no elegiría ganar mientras gasta? Pues bien, a menos que mantenga el saldo mínimo -una cantidad que determina el banco- no sólo perderá los intereses, sino que normalmente deberá más -a veces mucho más- en comisiones de lo que pagaría por una cuenta normal en el mismo banco. Esas comisiones pueden aparecer cualquier mes en que su saldo sea inferior al mínimo, a veces incluso aunque sólo sea por un día o dos o por unos pocos dólares.

En la mayoría de los casos, incluso un mes de comisiones inesperadas puede superar lo que podría ganar en intereses durante varios meses. Así que, por muy bien que suenen las cuentas remuneradas, es mejor que te plantees si puedes ganar lo mismo de otra forma, sin presiones.